martes, 20 de febrero de 2007

Una velada en el sambódromo

Llevábamos 3 días en Río ya, y ésa era la gran noche. Habíamos subido caminando hasta el Cristo redentor, caminamos por Ipanema y visitamos el infaltable Pan de Azúcar. Habíamos recorrido muchos lugares memorables de la ciudad, e incluso anduvimos en tranvía. Calor, risas y felicidad. Son las primeras cosas que acuden a mi mente luego de 3 años.

Mi papá y tres profesoras de Pilates habían llegado la noche anterior y también se preparaban para el gran momento. Estábamos los 6 en el depto de otro profesor, ya ni recuerdo quién era. Eran alrededor de las 10 pm y Alfonso, Fabi y las dos Simones roncaban. 5 de la mañana. Sambódromo de Río de Janeiro. Ahí teníamos que estar, pero aún faltaba. Había que dormir para tener energías, no es fácil desfilar bailando y cantando a viva voz por una hora non-stop. Pero por alguna buena razón nos quedamos conversando con Cecilia, ignoro hasta qué horas. Era excitante estar ahí: haber ido a Brasil con tu mejor amiga, y más encima con la oportunidad de desfilar por una escuela de samba en el afamado carnaval de Río. Un sueño hecho realidad!

Nos despertaron cuando la ducha se desocupó, tal vez a las 3 de la mañana. 30 grados en el ambiente por lo menos. Vestimos los fastuosos trajes blancos con altos gorros y muchas plumas (y comprobamos la pobre calidad de su manufactura), dejamos todas nuestras pertenencias en la casa y partimos al sambódromo. Las mujeres ya hacían predicciones sobre el pobre estado en que sus pies quedarían luego de bailar una hora con esos tacos de suela dura y casi sin acolchado (cuando te pasan el disfraz, te dan hasta el calzado). Llegamos al metro (que obviamente debido a las fiestas estaba abierto) y partimos rumbo al lugar. Genial el ambiente. Gente con los más variados disfraces, todos listos para entrar en acción apenas llegasen al sambódromo! Las distintas escuelas de samba entonaban sus himnos, y nosotros también cantamos el nuestro. A pesar de ser extranjeros en ese país, Cecilia y yo éramos los únicos que nos sabíamos de memoria la canción, y en el metro fuimos los que dirijimos a todos los de la escuela dos académicos da Roçinha cantando el himno. "Meu artista genial, veio lá do maranhão..."

Llegamos al sambódromo. Sector 15, ahí teníamos que estar. Una cantidad inimaginable de gente: mujeres y hombres disfrazados, no tan disfrazados; con ropa, sin ropa; saltando, cantando y gritando, todo con euforia y una energía al parecer inagotable. Adriane Galisteu -la diva encargada de liderar la escuela en lo más alto del más grande de los carros alegóricos- posaba para sacarse fotos con la gente, y la euforia iba in crescendo a medida que se acercaba la hora. Nuestra hora. Y dieron las 5, y partimos el desfile.

Hay momentos que uno atesora por siempre, y el estar ahí, en la mitad del sambódromo de Río de Janeiro con tu mejor amiga, desfilando disfrazado frente a 15 mil personas alentándote en estado de éxtasis, es uno de ellos. Cada uno de nosotros exhibía su mejor paso de samba, ya sea de lo que habíamos aprendido o de lo que estábamos inventando en ese momento, y avanzábamos lentamente en la sambada procesión. La gente en las graderías y en los camarotes te saludaban, te hacían todo tipo de ofrecimientos, te amaban, te deseaban, te envidiaban, te gritaban, te cantaban... Luces por todos lados, fiesta y alegría en el aire, la batería tronando incansablemente, todos moviéndose, todos sambando, todos realizando su sueño, el clímax de la vida brasilera, todos en un estado casi febril de felicidad máxima...

... y súbitamente, había terminado.

Pero aún esbozo una sonrisa de nostalgia cada vez que estas lindas imágenes vienen a mi cabeza. Y lo haré por siempre. Te extraño, Ceci...

Una velada en el sambódromo de Río de Janeiro.

"Meu artista genial, veio lá do maranhão
que fascinação! Eu bem te vi, voçê sorriu
no carnaval da ilusão"


2 comentarios:

Unknown dijo...

Meu artista genial
Veio lá do Maranhão.... Que
fascinação
Eu bem te vi, você sorriu
No
carnaval da ilusão

Desperta em mim a fantasia
Voa borboleta encantada
Vem
comigo conhecer
O mundo da imaginação
Sou o mago do
novo, do povo
Nessa viagem de emoção
Bate coração
Brasil que vale não se deixa adormecer
Tem mistérios e
magias
Lendas e histórias de arrepiar
Na carruagem de
fogo, Nhá Jança vai passar

No reino dos sonhos
Jardins das Delícias, sonhar sonhei (bis)
Ressoam os clarins, Rocinha taí
Na borboleta eu
apostei

Vem brilhar
Estrela de uma raça, braço
forte da nação
Negro é arte, é cultura
Da criação Nagô
à Tradição
Ora iê iê ô mamãe
Me embala, sou a Flor do
Amanhã
No País das Maravilhas
Alice tão bonita vem
brincar
Nessa ópera de rua o luxo do lixo encontrei
Mas Gentileza anuncia:
Joãosinho Trinta é o nosso rei

Meu artista genial
Veio lá do Maranhão.... Que
fascinação
Eu bem te vi, você sorriu
No
carnaval da ilusão


Todavía la puedo cantar y con esfuerzos saco las estrofas casi enteras.
Recuerdo imborrable...
No more words.

Sigo trabajando y disculpa mis faltas de ortografía.

C.

noesmasqueblabla dijo...

Sólo puedo pensar...

¡¡¡¡Que chori!!!!


Sólo he estado en en Carnaval (Fastnacht) en Suiza y fue espectacular...