Hermetismo dormitorial
Pequeño paréntesis antes de empezar: supe que ayer hubo un temblor en santiago, a eso de las 14 horas. Lo interesante es que acá en Tokyo también hubo un temblor, pero a las 2 am hora local (esto es, 13 horas de chile, sólo una hora antes). Ambos tuvieron una intensidad de alrededor 3 grados y tuvieron una duración similar (10 segundos). El epicentro del que afectó a Tokyo se encontraba en el océano pacífico, mientras que no logré encontrar el epicentro del de santiago.
Hasta que llegó el fin de semana donde inevitablemente no pudimos salir a pasear. La razón: lluvia intensa. Sin embargo, encontramos la manera de entretenernos: comiendo. Nota al margen, estoy muy feliz pues me mostraron una picada donde puedes comprar dos kilos de pollo (sin huesos) por la módica suma de 3 mil pesos chilenos. Una verdadera ganga, considerando que 100 gramos de pollo en un supermercado normal cuestan... ¡1000 pesos! Por lo que, para celebrar, me cociné un rico pollo "a la bruno" con huevos revueltos. Un lujo, por llamarlo así. Nótense los conejitos en mis palillos.
Por primera vez hicimos una cena conjunta con los amigos. Así que todos cocinaron algo, e hicimos una comilona con platos típicos de varias partes del mundo. Desde frijolada brasilera hasta comida coreana. Yo por mi parte cociné pollo y lo bauticé "pollo mexicano a la chilena", un invento que al parecer le agradó a la mayoría. Tanto así que dos personas me pidieron la receta...
Actualmente, además de las clases, estoy haciendo golf y me tienen de novato en el club de voley (soy el más pastelito de todos), así que en términos de ejercicio ha estado bien movido. Jugamos partidos de fútbol semana por medio, y entrenamos los lunes a las 7 am (antes de clase). Aunque he lavado mil y una veces mi ropa, aún no consigo que salga con olor 100% a lavado. No sé si será que tengo una nariz demasiado mañosa, pero siempre tienen un remanente a ejercicio... bu.
Aprovechando de pasear por el campus en el día de lluvia. 10 minutos y mi paraguas fue ignorado por completo: quedé mojado de pies a cabeza. Viento de los mil demonios...
Al menos no fui el único que se mojó. Fuimos con las chiquillas a comprar a la tienda de la esquina (a la cual nos demoramos 20 minutos a pie) y aprovechamos de arrendar una película. Zoolander xD jajaja.
Dato notable: la tía de la cafetería no usa calculadora. Usa un ábaco. Y vaya cómo saca las cuentas! Me recuerda la historia cuando pusieron un japonés con un ábaco v/s un gringo con calculadora, y a excepción de un cálculo que fue con números impresionantemente elevados, el japonés fue mucho más rápido que el gringo.