jueves, 12 de junio de 2008

De noche se pinta el estudio.


Pero el viaje no terminó ahí. Tomamos esta foto con auto timer (10 segundos, no me pregunten cómo llegué hasta allá) a la mitad del camino. Eficientemente creo que podríamos haber hecho los 4 kilómetros en una hora, pero nos tomamos casi 5 entre puro jugar saltando en las piedras y tomando fotos artíshticas.


Como verán, Angel (léase "Eingel", pues es australiana) estaba de lo más feliz encaramada en las piedras. Casi que me la tuve que echar al hombro en medio de pataletas, es muy apegada a sus queridas rocas aparentemente.


Y esta foto ya sabes a quién mostrársela, pai ;). Le doy el crédito a la fotógrafa en todo caso!


Y un mar de pinos por todos ladooos! Morí derretido por todos esos arbolitos lindos. Al igual que lo hago cada vez que voy al sur de Chile =D


Árboles que, claro, teñían de verde todo el entorno. La gente que paseaba por ahí nos miraba con curiosidad cada vez que tomé fotos con autotimer, pero a mi parecer es la manera más eficiente de lograr una foto enfocada a tu gusto (y que el turista no te corte la mitad de los árboles cuando quieres salir en un bosque, o que te corten los pies, etc etc).


Una vez que llegamos a la puerta de piedra (ishimon) supimos que estábamos cerca de la mítica catarata. A pesar de que no se ve tan grande en la foto, el peñasco es enorme, daba un poco de susto pasar por debajo.


Y lo más notable es que las piedras de la Ishimon no se tocan entre ellas. Hay un espacio de unos escasos 30 centímetros entre roca y roca. Me dieron unas ganas irresistibles de encaramarme ahí y meter el brazo o la cabeza y sacar una foto simpática, pero los miles de carteles de "no se suba, pena de 500 dólares" y la continua afluencia de turistas acabaron por mermar mis ganas.


Alegría! Luego de sus buenas horas de entretención llegamos a la caída de agua. No es ninguna Iguazú, Niágara o Salto del Ángel, pero se defendía en sus japoneses términos. El entorno era lo que lo hacía valer todo.


Cuando llegamos a la cima del camino había tiendas de suovenires y.. ¡Rocas! Piedras preciosas y semipreciosas de todos los tamaños, formas y colores. Me encontré como en Brasil viendo aquellas tiendas enormes que hay con amatistas, granates, citrinos, ágatas, cuarzo, cristales de roca y quién sabe cuánto guijarro más metido entre todas las piedritas.


Y si digo de todas las formas y tamaños es porque realmente había de todas las formas y tamaños. Los precios, sin embargo, eran tan grandes como ese cuarzo rosa de la foto (la piedra de la felicidad, como le llamaron. Cuando apoyé la mano, una vibración me hizo cosquillas en todo el brazo y hasta el hombro).


La atracción principal de la tienda era una bola de cristal del tamaño de una pelota de fútbol profesional. Cristal de roca certificado, pasado por exámenes de calidad y pureza del máximo calibre.


La susodicha obra de arte valía nada más ni nada menos que 200 millones de yenes; esto es, 2 millones de dólares o en otros términos 970 millones de pesos aproximadamente.


Luego de llevar 8 horas de sueño en las últimas 72 de estudio, sucumbimos ante el cansancio y Angel durmió casi hasta que llegamos. Yo, por mi parte, permanecí despierto hecho un zombie más muerto que vivo, pero llegamos sanos y salvos a destino. Un buen plan de sábado por el día en la quebrada de Shosenkyo.

3 comentarios:

noesmasqueblabla dijo...

Jisajisjisjiajiajia...
Muy lindas las fotos. Y el viaje.
Besitos!

Juano dijo...

Un cristal de dos millones de dolares en una tienda de souvenirs? Con razón los tures para japoneses en cualquier parte del mundo son saltar de un gift shop a otro...

noesmasqueblabla dijo...

Jaja... lo siento Brunito, pero no. No me eché Taller III y digo con orgullo que pasé Prensa con Patricio Corvalán, el terror de Taller.
Peor aún... creo... me eché Información de la Actualidad... sniff. ¿Tú ya lo hiciste? Porque sino, nos veremos y quizás hasta debatiremos juntos el próximo semestre (es por orden alfabético... Cori... Carillo).

En todo caso, Taller III ya no existe por el nuevo sistema de Taller. Yo te aseguro que lo que tendrás que hacer es elegir cualquiera de los nuevos talleres (prensa, radio o TV) y hacer un sólo medio todo el semestre... que lata!

Besitos y suerte!

Dani