domingo, 18 de mayo de 2008

El poder del Ohm.



Y luego de cuatro días de estudio intensivo llegó el feriado. Sí, un bendito viernes que no sé por qué japonesa razón no tuvimos clases, y me venía de perilla para descansar y recuperar el sueño perdido. Pero ¡ingenuo yo! Luego de terminar las clases puntualmente a las 3 pm el jueves, quedamos de juntarnos a las 6 con los compañeros de curso para ir a celebrar a un pub. La razón: el término de la mitad del curso (cualquier motivo es buen motivo). Así que comenzamos tempranito, perfecto. "Me levanto temprano mañana (11 am) para estudiar para la prueba del lunes", pensé. ¡Pero noooo! Me acosté 2 de la madrugada para ser despertado 5 horas después con un refrescante e inglés "¡Bruno, levántate, tenemos partido de fútbol!". Así que creo que a la mitad del tercer tiempo (se les ocurrió jugar 3, los muy canallas) logré quitarme el sueño a fuerza de sudor y calambres. Así que el resto del día se tradujo en encontrar razones para no estudiar (es muy fácil habiendo tanta gente alrededor) y un poco de repaso...




Viernes, san viernes. Luego de una divertida velada que nos llevó a bicicletear por varios lugares de Tokyo (y tener que huir de un par de otro par culpa de nuestros escandalosos colegas) volvimos al dormitorio. Sólo para seguir conversando y apagar la velita a las 5 am. Pero claro, a las 9 en pie. Tenía prometido ir al famoso festival de Asakusa, en el centro. ¡No podía dejar plantadas a las dos señoritas que me pidieron que las acompañase! Fue bonito, interesante, y todo lo que quieran, mas no soy gran fan de las multitudes ni de estar horas parado con el sol en la cara. Pero caballero caballero, boquita cerrada y ni un puchero (obvio, jeje). Volví tipo 8, pero estrellita en la mano para mí pues estudiamos hasta la medianoche con Angel, la genio-australiana-cocinera que me utiliza como conejillo de indias en sus experimentos culinarios. Bueno, al menos me senté en la sala de estudios con todas las hojas y cuadernos abiertos. Pero cuenta igual, jeje.


"Ahora sí que sí, duermo hasta tarde!" fueron mis últimos pensamientos al ver 2 aemes en la pantalla del reloj. Pero una vez más, no Bruno, no. Suena el celular. 7 de la mañana. ¡Y los mil demonios! Entre sueños, esto fue lo que recuerdo:
-Bruno, estamos en la cancha, ¡te estamos esperando!
-¿Ah?
-Sipo, no te hagai el weón[sic] si prometiste hace dos semanas que ibas a jugar en el campeonato de Softbol
-¡Pero si en mi vida he jugado softbol!
-No se trata de eso, se trata de participar. Te estamos esperando todos.
-Pero si llovió toda la noche, la cancha está inundada!
-No lo sigas intentando, Bruno, estamos acá. Ven. Chao.
Click.

Sin comentarios. Debo reconocer que luego de refunfuñar un rato lo pasé bien, e incluso marqué un jonrón para el equipo. Y, para mi alegría, perdimos el segundo partido así que no avanzamos en el campeonato. Pero, mal que mal, fueron cuatro horas de juego. Y entre conversa, almuerzo, teléfono y demases ya me dieron las 6 de la tarde, y de estudio poco. Así que ahora a ponerme las pilas. Ni hablar de dormirme temprano, y mañana puntual a las 8 en la sala de clases para enfrentar las 4 horas de prueba. No hago más que acumular sueño últimamente. Y dele al ejercicio y estudio, y póngale a las salidas, festivales y templos, pero sin dormir. Lo único que pareciera quedarme por hacer en estas circunstancias es pensar en un lugar bonito y creer en el poder del Ohm. :)

2 comentarios:

noesmasqueblabla dijo...

Chuta... pobre Bruno... estás casi peor que yo.
¡Ánimo!
:)

Amaveli dijo...

Super interesante tu vida, neta que sí! Si puedes sube más videos, están chidos! Bueno, digo... cuando tengas un tiempecito jeje XD