jueves, 22 de noviembre de 2007

Kyoto's new groove



Están majaretas, estos japos. Pero no se las llevan peladas, les hacemos la competencia continuamente. ¡Y vaya que le ponemos empeño!

En el otoño japonés son muchos los árboles que se tornan rojos, naranjas y amarillos, pero también hay harto verde. Las especies de hojas perennes abundan. Sin embargo, los coreanos claman que en Corea todos los árboles adquieren un rojo intenso, por lo tanto superando en belleza al otoño japonés. Siento que realmente hay muchos temas por resolver entre coreanos y japoneses, las relaciones son pacíficas pero a la vez tensas. Me recuerda de la relación entre Chile, Perú y Bolivia.


El éxito de un viaje depende no sólo del itinerario, sino también de quién va contigo. Y este viaje fue un total y completo éxito. Seremos los mismos compañeros este otro trimestre, en el curso de japonés intensivo 2.


Carpas: el pescado sagrado. Son gordas, lentas y muy mansas. Las puedes tocar sin problemas, incluso uno de nosotros le metió el dedo dentro de la boca mientras el pescado intentaba comer algo en la superficie del agua.


Kinkakuji, el templo dorado. Ahí mismo podías comprar botellas de sake que contenían pepitas de oro dentro; su misión es darle un toque de buena fortuna y longevidad a tu vida. Cabe recalcar que por un módico precio podías adquirir pequeños oráculos escritos. O sea, la suerte al alcance de la mano. Supongo que incluso el azar tiene precio hoy en día.


Ese día tuve la genial ocurrencia de usar shorts. A pesar de que la temperatura osciló entre los 6 y 10 grados independiente del sol tímido que hubo en la mañana, estuve bastante bien hasta que anocheció. Ahí simplemente fui un témpano de hielo humano. Este va a ser de los inviernos más fríos que ha habido en japón en muchas décadas, por lo que parece que voy a tener que comprarme una chaqueta. O quizás usar menos shorts y más pantalones. Jojojo.


El momento iluminado del día. Una viene de Trinidad y Tobago, y la otra de Lituania. Curiosamente, en lituano los nombres de las flores son prácticamente iguales a los mismos en castellano. Por ejemplo: crisantemos en lituano es "krisantemos"; Calas es "Calias", y los girasoles se escriben igual pero en lituano (a diferencia de idiomas como el inglés y el alemán, donde girasol es simplemente "Sunflower").


Verde: aún es tiempo de regresar al verde. Adoro el musgo en los árboles; mientras más verde mejor. Cerca del templo había una pequeña sección de maceteros que contenían distintos tipos de musgos, y decía "los pequeños habitantes del recinto".


Me recuerda del sauce nipónico que tenemos en la casa. Siempre en otoño se torna rojo, pero cuando tienes decenas de sauces nipónicos a la vista es una escena que quita el aliento.



No es fantástico cuando hay gente que te sige la corriente, sin importar el ridículo que estés haciendo?


La gente nos sacaba fotos. Incluso nos filmaron. Turistas acosando a turistas más turistas que ellos. Supongo que hay un punto donde dijimos "filo, somos extranjeros, qué le vamos a hacer".


Cuatro papanatas haciendo puras papanateadas. Pero son cosas que supongo miraremos cuando tengamos 40 y vamos a reír. Y cómo!


Daichi llevó su súper cámara Nikon no sé cuanto, con lentes de aumento intercambiables. Así que entre los dos sacamos un total de 1300 fotos aproximadamente.


Donde quiera que fuéramos, siempre había distintos tipos de rojos, amarillos y naranjas.


Quedan ya pocos días para partir a Corea. Y al parecer parece que vamos a poder visitar la frontera, donde se encuentran los ejércitos de ambas coreas mirándose los unos a los otros.

Dato curioso del día: Acá no existen las cosas perdidas. Sólo las cosas olvidadas. Un día olvidé mi cámara en el asiento de una micro y se bajaron dos señoras corriendo a devolvérmela. Coincidentemente, más temprano ese mismo día recibí en un templo una carta de la fortuna al azar, que decía "usted encontrará algo que perdió anteriormente".

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Estimado: es un placer ver que está aprovechando realmente bien su tiempo en tierras niponas, conociendo gente, ciudades y lugares extraordinarios. Un gran saludo desde Chilito.

P.D.: me huele que algo hay entre tú y la lituana...

noesmasqueblabla dijo...

Bruno con shorts en bajas temperaturas... ¿por qué no me sorprende?

XD

Besote