Suricatadas moteadas y buhos con pecas

Al fin la temperatura está bajando y es muuuy agradable caminar por la ciudad. De hecho ya he salido un par de veces a perderme por la ciudad en bicicleta, y se ven cosas muy raras. Sin mencionar que por toda la ciudad abunda gente joven vestidos con ropas de criadas francesas, disfraces y personajes de animé. Es algo prácticamente normal, así que estoy esperando a que haga más frío para pasearme disfrazado de godzilla por tokyo. Jojojo

El otro día fuimos con petri al parque yoyogi, un complejo enorme (incluso más grande que el parque ibirapuera en sao paulo) de áreas verdes donde la gente va a literalmente hacer de todo, desde practicar batería, acrobacias, jugar badminton, frisbi, pasear al perro, comer, bañarse, pololear, chupar, dormir, tocar con sus bandas de rock, etc.


Nosotros fuimos a comer y tomar un par de cervecitas y una botella de vino chileno que encontramos por ahí jejeje. El plato de mi mano: okonomiyaki. Suerte de tortilla marina hecha a base de mucho huevo, y con múltiples verduras. Adobada con mayonesa, salsa teriyaki y especias, es un plato muy suculento cuando se está hambriento (que fue exactamente el caso de este cuento).


Es bastante chocante en todo caso que haya un área tan reverde en la mitad de tokyo. El parque fue inaugurado para las olimpiadas en japón en los 60, y al parecer en la primavera todos los cerezos en flor dan un espectáculo sobrecogedor. (ándale que ando poeta).


La gente paga por ir a pescar a estos lugares especialmente diseñados para ello. Por una módica suma de dinero te aseguran que vas a pescar algo, y puedes disfrutar de estar sentado con tus amigos, familia y solo pescando. Y más encima te puedes llevar la pesca a casa! Aunque ya había visto lugares así en brasil y otros países, acá en verdad está lleno de estos sitios de pesca.


Hoy, la chica que me fue a buscar al aeropuerto me llevó a conocer una parte de tokyo que no se recorre normalmente, pero es muy bonita. Hartos templos pequeños y callejuelas muy escondidas. Tan escondidas que pasamos unas tres horas completamente perdidos entre pasaje y pasaje. Casas raras, preciosas, viejas, nuevas, con inmensos jardines y muchos arreglos nos hicieron compañía por dicho espacio de tiempo, así que no nos aburrimos :).

Y, obviamente, el momento del almuerzo. Entramos a un lugar típico japonés, y pedí al azar algo del menú. Y esto fue lo que me trajeron. Yay! Pescado asado, pepinillos y pimientos japoneses para ponerle el arroz, una pequeña -y muy sabrosa- sopa miso, y algo totalmente nuevo para mí: Nato (porotos japoneses fermentados).


Itadakimaaaaaasu! (es lo que se suele decir antes de hincarle el diente a la comida, es una suerte de agradecimiento por los alimentos que se recibirá en el momento. Y por dios que estaba preparado para recibirlos!!


Partí primero por el Nato, pues se veía bastante raro. Los porotos tenían una especie de baba debido a la fermentación, lo que les daba una apariencia sumamente pegajosa y viscosa. Y olían horriblemente mal. DEmasiado mal para mi gusto. Pero me los comí igual. Creo que nunca más los ordenaré. Logré terminar hasta el último porotín pegajoso, así que no se repitió el episodio de los callos madrileños. Jejejeje.


Ah, sí, y si alguna vez quieren ir al baño en japón, les recomiendo que sepan que el dibujito que sale en la foto indica que es el baño de hombres (literalmente, significa "hombre"). El de mujeres es el que NO tiene ese dibujito, obvio :P



Visitando uno de los templos que había en la zona. Fue construido en la Edo, alrededor del 1500 algo, pero lamentablemente fue destruido durante la guerra. Esta es una reconstrucción, al igual que la gran mayoría de los templos en japón. Una pena, qué quieren que les diga. Pero bueno, son muy bonitos igual!



Sin comentarios. SLOP! Estos japos escriben tan mal en inglés que a menudo las poleras con leyendas en inglés dicen cosas como "Your an angel" y diferentes frases sin sentido como "if look below taxi cabs are yellow".


Más japonés, echarle algas. Cambia el entorno y la tecnología, pero las viejas usanzas sobreviven el paso de las eras.


Hasta las tapas de alcantarillas son bonitas...


En el rato que estuvimos perdidos encontramos una tienda de dulces típicos japoneses, y aproveché de probar algunos. Algunos eran muy sabrosos, mientras que otros no tanto. Ya me aprenderé los nombres, pero por ahora sólo los reconozco por cómo se ven :P. La barba me la estoy dejando crecer pues la necesito para una obra de teatro en el festival de la universidad, en la cual actúo. Y al parecer soy el protagonista... Obra que está completa y totalmente en japonés. No sé por qué demonios me tiro de voluntario a estas cosas.


Y al fin llegamos a un barrio llamado literalmente "hide and seek" (jugar a las escondidas). Mil callejuelas aun más intrincadas que en las que estábamos perdidos, sólo que esta vez tuvimos un poco más de suerte y sólo fue una hora en la que dimos vueltas en círculos hasta dar con una arteria que nos permitiera llegar a la estación de metro =) jajajaja.



Perdonen que no escriba mails tan a menudo, ya me voy a poner al día con la gente que me ha escrito! Muchos saludos y ojalá las cosas en chilito, brasil, francia y dondequiera se estén metiendo estén bien.