domingo, 14 de octubre de 2007

Por un accidente, de pena, de amor o de viejo, pero de aburrimiento (y hambre) espero no morir nunca!


Hacía tiempo que no actualizaba, y vaya como se van acumulando las fotos. Las cosas han estado más movidas de lo normal por acá debido al festival de la universidad que se llevará a cabo este fin de semana. Ya tenemos casi lista la obra de teatro y, a pesar de mis futiles intentos por traducir, aún no entiendo qué rayos estoy diciendo. Debe de ser ya sea algo gracioso, humillante, xenófobo o ingenioso, pues todos ríen cuando recito mis líneas (muy profesional y apasionadamente, debo agregar). Supongo que en unos años más cuando ya sepa japonés de frentón me reiré al ver que mandé al infierno al emperador o algo por el estilo.

Partiendo por el fin de semana pasado, haré un resumen fotográfico. La foto de arriba es en la parte antigua de la ciudad, en Asakusa. Ahí me encuentro ante la Kaminari Mon (puerta del rayo), entrada al templo Sensoji, el cual está al foooondo, luego de caminar por decenas de tiendas que venden artículos "típicos", todos cinco veces más caros de lo que los encuentras en otras partes de la ciudad, etiquetados en dólares y la mayoría son hechos en taiwán o en china (salvo la comida y uno que otra artesanía hecha a mano). El que sale abajo es el afamado templo de Sensoji.


La pagoda de cinco pisos, que también fue erigida para rendir homenaje a los dioses. (Ojo que todos estos templos fueron reconstruidos luego de la guerra, por lo que no tienen más de 50 ó 60 años).


Las aguas de de esta fuente son benditas. Por lo que la gente (yo incluido) se lava las manos y la cara, e incluso llega a beber de ella (supongo... al menos yo lo hice así, por lo que espero no haya estado benditamente envenenada).



Pasando a temas culinarios, al fin probé la famosa carne de Kobe! 6 lucas chilenas me salió la gracia. Y como pueden imaginar, el pedazo no fue escandalosamente grande. 75 gramos. Setentaicinco GRAMOS! Si calculamos, esto quiere decir que un gramo de carne de kobe son alrededor de 90 pesos. Pero bueno, no se puede esperar menos de una carne que en europa cuesta 200 euros el kilo.


En fin, manos a la obra! Haciendo acopio de todos mis años de cocinar bistequitos, huachalomos, abasteros, filetes, postas, ñañas y demases, tenía por misión sacarle el máximo provecho a esta cara adquisión. Utilizando ajo en proporciones secretas, cantidades óptimas de sal, una pizca de aceite y mililitros balanceados de soja, la cocción tardó varios minutos a fuego lento.


Y voilá! Escogí acompañar el glorioso plato con tiernos huevos de las más finas y selectas gallinas japonesas (la verdad es que son huevos comunes y silvestres de supermercado, pero el elevado precio que pago periódicamente por ellos justifica que tengan un nombre más elaborado que simplemente "huevos").


La carne es sorprendemente tierna. La podrías cortar con una cuchara de palo si quisieras, pero no por ello tiene menos sabor. Un poco menos espirituosa que la carne de búfalo, pero en cambio con un sabor mucho más intenso que un filete o lomo fino, fui cortando pedazos milimétricos mientras comía (para que no se me fuera tan rápido). Definitivamente esta carne es merecedora del título de la mejor carne del mundo, pero a mi parecer el sabor inimaginablemente rico no justifica la ridícula cantidad de dinero que hay que pagar por ella.


Hay muchos tipos de carne de Kobe, y yo probé uno de los más baratitos. El más caro que he visto hasta el momento, los mismos 75 gramos que compré me saldrían algo así como 45 dólares (o sea, más del triple de lo que pagué).


En el ámbito personal, me encuentro particularmente contento por una muy buena compra que hice la semana pasada: un cuchillo de cocina japonés. De peso perfecto, acero intachable y un filo que me hace recordar las más encarnizadas batallas del señor de los anillos, he comprobado que fue la compra perfecta para un amigo de la cocina variada. Y por afortunada coincidencia, el mismo día encontré un local cercano donde las verduras están a un precio relativamente asequible. Así que me di un festín de hongos y diversas plantas verdes cuyos nombres aún desconozco. =D



Algo es algo, ahora debo seguir con los estudios. Hoy tengo particularmente una considerable cantidad de tareas. Saludos!

5 comentarios:

noesmasqueblabla dijo...

Tengo absolutamente claro, Bruno, de que con esa personalidad tuya nunca morirás de aburrimiento.
Jiejiejie... hay una sorpresa en mi blog... :)

Juano dijo...

No se te enfrió la carne entre tantas fotos que le sacaste? Veo que en cualquier caso la disfrutaste!
He estado evaluando tu sugerencia sobre el luche y demases y creo que te voy a hacer caso, no se cuando pero cualquier día de estos, te aviso!

Unknown dijo...

Hoy me he dado un nuevo atracón de tus Brunoaventuras.¡¡Buenísimas!! Veo que somos varios los que estamos involucrados en la saga ¡¡Adelante con tuti!! Abrazos y mas abrazos pa`ti.

Unknown dijo...

Que bien, por fin escribiste algo, como dice tu tia Chela, echabamos de menos las Brunoaventuras. Veo que estas avanzando bastante bien en el arte culinario, tanto como en el dramatico. Ojala salgas airoso en tu papel en la obra de teatro.
Que me algro por ti ...se ve que tienes poco tiempo para pasarlo bien....
Besos, besos y mas besos

Anónimo dijo...

Wena Brunito:
Cuando se sabra de la vida oculta y bohemia de un pequeño hobbit en japón¿?
Aventuras y desventuras¿?
Sake en grandes proporciones¿?
Mujeres asiaticas contorsionistas¿?
Espero ver pronto detalles...jajaja!
Un Abrazo bro, aio!!!!!