lunes, 15 de diciembre de 2008

Porque la comida nunca esta de mas...

Parto pidiendo disculpas por la falta de acentos, me encuentro escribiendo en un teclado 100% angloamericano. En segundo lugar, prometo subir un par de fotitos respecto del presente post apenas vuelva a mi computador bienamado (en unos dos dias mas).



Cairns. Casi dos mil quinientos kilometros al norte de Sydney, base popular para visitar la gran barrera de coral que protege mas de 2000 km de costas al noreste de Australia (unico organismo viviente visible desde el espacio).

Hasta el momento me habia tocado ver lo turisticamente esperado en estas tierras: koalas (lamentablemente no como los que hace la farandula en Chile), canguros y ornitorrincos. Pero hoy se presento una suculenta oportunidad que salio un poco de lo turisticamente aceptado: animales tipicos australianos... a la parrilla. Que mejor? Asi que pedi un surtido. Y me trajeron: embutido de emu, canguro a la parrilla, cocodrilo asado y salteados de un marsupial cuyo nombre no recuerdo. La salchicha fue lejos lo mejor; un sabor poderoso, aunque mas suave que el choripan, que llevaba consigo todo el espiritu de una prieta y la textura casi tan aspera como la de la vienesa (aunque algo mas blanda). A continuacion, el canguro. Una carne relativamente suave en comparacion al vacuno, aunque mas sabulosa que el avestruz, fue agradable de comer relativamente a medio cocer. Sin embargo, no fue lo suficientemente corpulenta para acompaniar el vino local que pedi (Angus the Bull Cabernet Sauvignon, sorpresivamente mejor de lo que esperaba). Luego, la sensacion de la noche: carne de cocodrilo, toda una aventura de sabor. De color blanco, su textura jugosa y fina fue muy similar al congrio tierno que comemos en Chile. Sin embargo, el sabor es otra historia. Si bien comparte los aspectos mas a la plancha del mismo congrio, el sabor general se aproxima al que estamos acostumbrados a sentir en el pollo comun. Pero la carne de cocodrilo dista de ser livianita. Luego de haber tenido un debate ictio-avicola en el paladar, viene el combo final: la sensacion definitiva, el 'after taste' como le dicen los gringos. El peso con el que concluye el cocodrilo, sorprendentemente, es muy similar al que nos deja un buen lomo liso parrillero. Ignoro que propiedades proteicas y energeticas tendra, pero es una carne bastante pesada en vista del sabor delicado que tiene. Personalmente no se si volveria a pagar ese dinero por comerla de nuevo, pero fue interesante para hacerlo una vez.
La cuarta carne que probe no fue (para mi) nada del otro mundo. Un poco chiclosa, aunque sabrosa, escurrio paladar abajo sin pena ni gloria (aunque como toda comida bien comida, me hizo feliz... jojo).

Maniana parto a la gran barrera de coral. Como buen turista chileno en Australia.

Saludos!

3 comentarios:

noesmasqueblabla dijo...

Brunitoman, y yo me acabo de enterar que te fuiste por esos lados... jaja.
Mucha suerte y pásalo increíble. ¿Te fuiste en Silver? Ajuajuajua... sería bueno que él viajara también XD
Y deberías hacer un blog gastronómico a estas alturas... "Sabores del mundo", by Brunitoman.

Unknown dijo...

Te estás perfilando completamente como un crítico de comidas... el sujeto que hace un programas de comidas exóticas en el Travel and Living debe estar poniendose nervioso :P

Que te vaya bien.

Camila Ortega dijo...

Hola, soy de la Puc, y quiero irme de intercambio a japon o singapur
tengo unapregunta
qué idioma te piden pa estar alla?????
eso
grax